= PARTE UNO =
HORIZONTE
= RENESMEE =
¡No, no!, gritaba mi mente una y otra vez, empujando ese cristal que me oprimía, sin éxito, mientras mi pulsera vibraba insistentemente.
No sé cómo lo hizo, pero la brisa que me poseía consiguió conducir y llegar a mi antigua casa, utilizando mi cuerpo de carne para ello. Me apeé del vehículo y me planté en la vivienda con rapidez.
Nada más abrir la puerta, vi a Em en el sofá, acompañado por Alice, Rose y Jasper.
- Hola, Nessie, ¿qué haces aquí? – preguntó Alice, extrañada de verme allí a esas horas.
¡Ayudadme!, gritó mi mente, desesperada.
Lo que oyeron fue otra cosa.
- ¿Podéis reuniros todos? Tengo que deciros una cosa muy importante – habló mi voz, seria, ordenada por la brisa.
Mis pies ya se dirigían con rapidez hacia las escaleras.
- Claro, ¿qué pasa? – quiso saber Rose, sorprendida por esa seriedad tan seca.
¡Rose!
- Ya os lo explicaré – dijo mi obligada boca a la vez que mi cuerpo carnal subía por las escaleras.
¡Déjame! ¡¿Qué vas a hacer?!
Llegó a la última planta y corrió hacia mi antiguo dormitorio. Entró en él y después hizo lo mismo en el vestidor.
¡¿Qué vas a hacer?!, repetí.
Vi horrorizada cómo mis manos cogían mi vestido de novia y empezaban a destrozarlo sin piedad, arrancando los volantes de la falda cruelmente.
¡Noooo!, lloré con rabia, empujando el cristal que me mantenía encerrada mientras mi vestido era rasgado con saña y mi pulsera seguía vibrando. ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!
El vestido fue tirado al suelo con desprecio y, sin perder el más mínimo de tiempo, mi cuerpo de carne bajó al salón, donde mi familia al completo ya me esperaba.
Mi aro de cuero rojizo no dejaba de vibrar en ningún momento.
¡Papá! ¡Seguro que tú puedes oírme, ¿verdad?!, sollocé.
Pero mi padre estaba de pie con los brazos cruzados, como los demás.
¡Papá!, chillé más fuerte.
No, no podía ser, era imposible, mi padre no podía escucharme.
- Bueno, ¿qué es eso que tienes que decirnos? – inquirió mamá, expectante.
- No habrá boda.
¡No, no, noooo!, chillé, pegándole puñetazos al inquebrantable cristal.
- ¿Qué dices? – murmuró ella sin poder creérselo, con un semblante desencajado.
No era la única. Todos se quedaron en estado de shock.
¡Sí, eso es! ¡No lo creáis, es mentira!, voceé con una mota de esperanza.
- No quiero a Jacob.
Hasta la pulsera se estremeció al escuchar tales vocablos.
Mis perplejos ojos etéreos vieron cómo a la vez que mis labios pronunciaban esas horribles palabras, algo dorado salía por mi boca, esparciéndose por toda la estancia, llegando a cada miembro de mi familia en forma de un humo que se les metió hasta por los ojos.
¡¿Qué es esto?!, inquirí sin creérmelo.
De pronto, todos y cada uno de ellos relajaron esos rostros que al principio eran de estupefacción.
¡No, sí le quiero! ¡Le amo! ¡Le amo!
- Bueno, si es tu decisión – aceptó mi padre como si nada.
¡¿Qué?! ¡¿Qué pasaba ahora?! ¡¿Por qué creían esas palabras?! ¡¿Qué… qué era esto?! ¡¿Otro hechizo?! ¡¿Un hechizo que hacía que se creyesen esta sarta de mentiras?!
¡Papá, lee mi mente! ¡Amo a Jacob! ¡Le amo con toda mi alma! ¡Tú lo sabes mejor que nadie!, sollocé, desesperada. ¡Tienes que escucharme!
Sin embargo, mi progenitor daba la sensación de que estaba viendo otra cosa, dada su tranquilidad.
- Me da pena de Jacob – siguió mamá, mordiéndose el labio con un poco de tristeza -, pero tendrá que aceptarlo. Esperaré unos días para quedar con él, hasta que se tranquilice un poco. Esto habrá sido un mazazo muy duro para él y no quiero que esté solo.
¡¿Mamá también había caído en ese hechizo?! Pero…, pero ella tenía su escudo, era imposible, ni siquiera Jane podía ejercer su don sobre ella…, ¿cómo…?
- No, no quiere veros – siguió mintiendo mi voz, soltando otro poco de ese humo dorado que parecía ser invisible para ellos -. Él tampoco quiere casarse.
- Ah, ya – creyó mamá.
¡Noooo! ¡Eso es mentira!, grité a la vez que mi pulsera.
- ¿Qué estáis diciendo? – cuestionó Alice, frunciendo esas finas cejas perfectamente delineadas sobre sus dorados ojos -. Jacob y Nessie están imprimados, los dos.
Alice, ella tenía una percepción de lo sobrenatural especial, tal vez a ella no le afectaran los hechizos.
¡Sí, Alice! ¡Sigue!, volví a pensar con esperanza.
- No, no estamos imprimados - por mi boca volvió a salir otro humo dorado que les llegó a todos, pero que se fue especialmente hacia mi tía, internándose en su organismo por medio de la boca, nariz, oídos y ojos una vez más -. Yo no estoy imprimada de Jacob, y Jacob no está imprimado de mí. Jacob se marchó el día en que yo nací y no ha vuelto jamás por aquí.
¡No, Alice! ¡Sí, sí que estamos imprimados! ¡Y Jake siempre ha estado aquí!, grité, golpeando la caja de cristal en la que me encontraba, con rabia.
Sus cejas descendieron otra vez con extrañeza y su mirada bajó al suelo con algo de confusión, parecía perdida.
- ¿De dónde has sacado eso, Alice? – rió Emmett.
Mi tía levantó el rostro.
- No sé. Debí de haberlo imaginado... - afirmó, mordiéndose el labio.
¡No, Alice!, lloré.
Ahora lo entendía todo. El humo iba hechizándoles poco a poco conforme mi boca iba soltando esas horribles mentiras para que, al final, llegásemos a este punto. Soltar una mentira tan grande como esa y tan poco creíble desde el principio, debía de ser muy difícil para llevar a cabo el hechizo. En cambio, una mentira sobre otra mentira iban preparando el terreno para llegar a esa conclusión final que cerraba el hechizo del todo, así éste conseguía su objetivo: borrar de su cerebro cualquier recuerdo de Jacob y yo como pareja y hacerles creer que nada de esto había sucedido nunca.
- Esta tarde nos marchamos a Anchorage, ¿no? – continuó esa brisa cruel, hablando por mí -. Ya hemos visto a Charlie, que es lo que vinimos a hacer, y ya podemos irnos. Además, tengo mucho que preparar, ahora que voy a ir a la universidad con vosotros.
¡No, todo es mentira! ¡No os dejéis engañar! ¡Por favor, escuchadme!
- Sí, claro, princesa – contestó mi padre, dándome un beso en la frente que no noté, por supuesto -. Si es lo que quieres, partiremos por la tarde.
¡No!, sollocé, ya sin fuerzas.
- Sí. Es que me muero por ver a mi prometido, ya sabéis, ese chico que conocí en Anchorage, del que me enamoré y con el que me voy a casar el año que viene.
¡¿Qué?! ¡No, no lo creáis!
Pero era inútil toda lucha. El humo que salía por mi boca, por cada mentira que iba soltando, les hacía creer todo lo que escuchaban como si fuera lo más natural del mundo.
- Claro, es normal – sonrió mi madre, acariciando mi insensible mejilla.
¡No, mamá! ¡Mírame a los ojos!, le rogué entre lágrimas.
Entonces, mi boca exhaló con fuerza y volvió a salir algo de ella, aunque esta vez no se trataba de ese humo dorado, sino de un polvillo similar al que me había lanzado Razvan en el bosque, sólo que éste era plateado, y también pareció invisible a ojos de mi familia.
No podía creerlo. ¡¿Qué era todo esto?! ¡¿Qué estaba pasando?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!
Mi cuerpo carnal comenzó a caminar de nuevo hacia la puerta de salida, dejando a mi familia atrás sin decirles ni una palabra.
¡No! ¡¿A dónde me llevas ahora?!, grité, dándole golpes al cristal mientras mi aro de cuero peleaba a su particular manera. ¡Mamá! ¡Papá! ¡Haced algo, por favor!
Sin embargo, me quedé paralizada cuando vi lo que estaba haciendo mi familia. Seguían hablando, con nadie. Hablaban con alguien invisible que no estaba allí, y se dirigían a esa nada por mi nombre, creían que era yo. Rose y mi madre se sentaron en el sofá, manteniendo una charla que parecía muy animada conmigo, pero yo no estaba allí, estaba aquí… y allí no había nadie, nadie…
Antes de que saliera por la puerta, me dio tiempo a echarle un último vistazo a Alice. Permanecía callada, observando toda aquella escena, pensativa, aunque luego sonrió a algo que mi yo invisible debía de estar diciendo, si bien su sonrisa fue algo desvaída.
Ella era mi única salvación. El hechizo parecía no haberla afectado del todo.
¡Alice! ¡Alice!, grité, saliendo por la puerta. ¡Ayúdame!
Pero volvió a sonreír a otro comentario inexistente.
Mis pies se dirigieron al vehículo, ignorando toda mi inútil resistencia y mis gritos, y volví a subirme para marcharme de allí.
Mientras mi cuerpo arrancaba el coche, mi pulsera vibró de una forma un poco diferente, eran unas vibraciones con unas constantes distintas, a intervalos muy cortos y rítmicos. Nunca había vibrado así, pero lo descifré fácilmente. Me estaba avisando de algo.
Mi espíritu miró hacia un lado y se volvió a congelar. La espeluznante sombra estaba allí, vigilando detrás de un árbol. Eso también lo capté enseguida. La sombra era un sirviente de Razvan, y había venido para comprobar que todo salía según sus planes.
Mi familia no pareció percatarse de su presencia, ni siquiera mi padre, y tampoco pareció escuchar el sonido del coche, el hechizo debía de impedirlo todo.
Una vez más, la brisa gélida que me poseía logró hacer que condujese. Luché con todas mis fuerzas durante todo el trayecto, tratando de que mis pies carnales respondiesen a mis intenciones y frenasen, de que mis manos se movieran, pero todo era inútil. Lloraba con impotencia y desesperación, junto con mi aro de cuero, que vibraba alocado.
No pude evitar que mi cuerpo condujese el coche hasta mi casa en La Push, a pesar de mis intentos de escapar y tomar el mando de mi organismo.
Bajé del coche y me dirigí a la playa.
Un glaciar extremadamente helado atravesó todo mi ser cuando vi a Jacob en la orilla, porque esa horrible pesadilla se plantó en mi cerebro otra vez y supe con toda certeza lo que iba a ocurrir.
¡No, por favor! ¡No le hagas daño! ¡Haré todo lo que quieras, pero esto no!, chillé, desesperada, pegando mis manos etéreas a ese duro cristal que apartaba mi espíritu de mi cuerpo para que la brisa fría usurpara mi puesto.
Las vibraciones de mi pulsera eran tan fuertes, que parecía que retumbaban en mi muñeca.
También fue inútil.
Jacob se percató de mi presencia y se giró.
- ¡Nessie! – exclamó con una enorme sonrisa, acercándose a mí trotando.
El corazón de mi cuerpo espiritual empezó a latir a mil por hora y mi respiración pasó a ser jadeante, de la tensión y los nervios. Mi Jacob, mi Jacob…
¡Por favor! ¡No podré soportarlo! ¡Si me separas de él, me moriré!, lloré desconsoladamente. ¡Nos moriremos los dos!
Extendió sus brazos para abrazarme, de la que llegaba.
- No te acerques – le paró mi cuerpo carnal, interponiendo la mano en su pecho para detenerle.
¡No, Jake! ¡No escuches!, sollocé.
Él era el Gran Lobo, tal vez el hechizo no le surtiera efecto. Eso era mi última esperanza.
Su sonrisa alegre se fue apagando lentamente, confusa, al escuchar ese tono de mi voz duro y frío que jamás había utilizado con él.
- ¿Qué pasa?
- No me quiero casar contigo.
Mi aro de cuero volvió a sentir escalofríos al escuchar esa enorme mentira.
¡NO! ¡SÍ QUIERO! ¡SÍ QUIERO!, chillé con todas mis fuerzas, aplastándome contra el cristal.
Pero ese humo dorado salió por mi boca de la misma forma que había hecho antes con mi familia, y al igual que había sucedido con ellos, se metió por su boca, nariz, oídos y ojos, haciéndole creer esas palabras sin darle opción siquiera a plantearse qué estaba pasando.
¡NO!, volví a gritar.
- ¿Qué? – inquirió, perplejo.
Conforme hablaba, el humo volvió a actuar.
- No te quiero, y no habrá boda.
¡NO LO ESCUCHES, JAKE!, imploré, llorando. ¡ESA NO SOY YO!
- ¿Qué… qué estás diciendo? – sus preciosos ojos negros se tiñeron de confusión.
El humo parecía no hacer tanto efecto en él, aunque sí lo suficiente como para hacerle dudar de mí sin cuestionarse nada.
¡NO LO ESCUCHES! ¡SABES QUE TE QUIERO! ¡RECUERDA LA PROMESA QUE ME HICISTE EN ANCHORAGE! ¡LA PROMESA!
Mi muñeca casi temblequeaba, debido a mi pulsera de compromiso.
- No quiero seguir contigo – mintió mi falsa voz.
Otro humo se escapó por mi garganta, llegando hasta él, obligándole a creer.
¡NO! ¡NO LO CREAS!
¡Él no podía caer, era el Gran Lobo! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué también funcionaba con él?! ¡¿Qué clase de hechizos eran estos?!
- No… puede ser… - murmuró sin apenas voz, con esos ojos confusos que ya empezaban a buscar respuestas en los míos -. Pero tú… me quieres…, y estás… imprimada de mí…, yo mismo lo vi.
¡SÍ, JAKE! ¡RECUERDA ESO! ¡RECUÉRDALO!
- Lo que viste sólo fue algo imaginado por mi, pero me he dado cuenta de que no estoy imprimada de ti, y tampoco te quiero. No quiero seguir contigo.
Con virulencia, así exhaló mi boca el humo, el cual volvió a respirar Jacob. Y su semblante se llenó de una amargura que aguijoneó mi corazón.
¡NO LO CREAS! ¡ES MENTIRA! ¡ESTOY IMPRIMADA DE TI Y TE AMO, DESDE EL PRIMER DÍA QUE TE VI!, grité entre lágrimas, sin dejar de golpear mi jaula de cristal para intentar recuperar mi cuerpo.
Sin embargo, era imposible, estaba encerrada, atrapada, era cautiva en mi propio cuerpo, y empezaba a sentir un pesado agotamiento. En cambio, mi pulsera seguía vibrando con el mismo ímpetu.
- ¿Estás… estás rompiendo… conmigo? – preguntó con un murmullo roto de dolor.
Mi corazón sufrió la puñalada de un cuchillo al verle así y al escuchar tal frase.
¡NO! ¡NO LE HAGAS DAÑO, POR FAVOR!, le repetí a la brisa, llorando con desesperación. ¡HARE TODO LO QUE QUIERAS, PERO NO LE HAGAS MÁS DAÑO!
- Sí. No quiero estar contigo – dijo la brisa, ignorando todas mis súplicas.
¡NOOOO!, chillé con rabia.
Jacob volvió a respirar ese malvado humo dorado que mi boca soltaba sin piedad y su rostro se apagó más.
¡NO! ¡NO LO CREAS! ¡ESA NO SOY YO!
Sus pies comenzaron a moverse delante de mí mientras su mano se alzaba a su nuca para revolverse el pelo nerviosamente y sus ojos buscaban respuestas en la arena.
De pronto, clavó la mirada en mis pupilas, se paró y se quedó frente a mi cuerpo carnal.
- Yo siempre… siempre estaré contigo – afirmó, vocalizando las palabras con una desesperación que se me clavaba en el alma -. Y no es sólo la imprimación. Te quiero, y no pienso rendirme. Lucharé por ti incluso después de muerto.
¡Y YO TAMBIÉN TE QUIERO! ¡TE QUIERO!, sollocé.
La brisa que poseía mi cuerpo parecía incómoda y nerviosa. Le estaba costando convencer a Jacob.
- Pero yo no te quiero, y no quiero volver a verte – pronunciaron con crueldad mis cuerdas vocales, soltando ese maldito humo dorado con mucha más intensidad para que no opusiera resistencia a esas palabras, y las creyese.
¡NOOO! ¡ES MENTIRA!
Sin embargo, por más que yo gritaba, el humo hacía bien su trabajo. Los vocablos que escuchó de mi boca parecieron romper todas sus esperanzas y eso le desesperó más.
- No… no puede ser… - repitió con ansiedad, negando con la cabeza, inquieto, herido -. No te creo - sus ojos se clavaron en los míos con una determinación desesperada y, con un movimiento precipitado, cogió mi mano y pegó mi cuerpo carnal al suyo -. No puedo creerme que todo lo que hemos vivido juntos no signifique nada para ti.
El corazón de mi espíritu no fue el único que empezó a bombear a toda máquina, mi pulsera latió de nuevo, pero esta vez, lo hizo con insistencia, emitiendo una serie de latidos alocados que pedían a gritos que me besara. Y, entonces, supe con total certeza que eso era lo que rompía el hechizo.
La brisa se puso más nerviosa.
¡SÍ, JAKE, BÉSAME! ¡BÉSAME AHORA!, le pedí, sollozando, pegándome al cristal como si así fuera a llegar a él.
- Me quieres, lo sé – afirmó ansiosamente, apretándome más a su cuerpo.
¡SÍ, TE QUIERO!
Acercó su rostro al mío con rapidez para ensamblar sus labios a los míos y mi alma se pegó aún más al cristal, intentando alcanzarle para besarle. Pero, cuando Jacob estaba a punto de conseguirlo, mi cuerpo carnal se separó de él con una brusquedad y una violencia inusitada, empujándole hacia atrás, y le propinó una bofetada tan fuerte, que incluso ladeó su cara.
¡NOOOO!, lloré con rabia, agitándome en la caja de cristal furiosamente a la vez que mi aro de cuero lo hacía en mi muñeca.
Jacob se quedó paralizado por un momento.
Volvió ese rostro empapado de amargura hacia mí mientras sus ojos se llenaban de dolor y angustia.
- Nessie… - susurró.
- ¡No te quiero! – le gritó mi voz, ordenada por la brisa.
Esta vez, el humo salió disparado con las palabras, y fue mucho mayor y más denso. Lo respiró profundamente con esas inspiraciones que ya agitaban su pecho con nerviosismo y desesperación.
El hechizo hacía que ni siquiera se plantease nada más, le metía esas palabras en la mente para clavárselas con saña, haciendo que las creyese como si en verdad todo lo que mi boca soltaba hubiera pasado y él lo hubiese visto.
¡NO, JAKE!, chillé de nuevo, dándole golpes al cristal, desbocada. ¡NO TE DEJES ENGAÑAR! ¡NO SOY YO! ¡NO SOY YO!
- ¿Por qué…? – inquirió con un hilo de voz -. ¿Por qué me haces esto...?
Su honda angustia hacía que mi corazón se desangrase rápidamente.
- He conocido a otro hombre – me hizo soltar la brisa sin piedad a la vez que el humo hacía su trabajo.
¡NOOO!, chillé con rabia. ¡RECUERDA LA PROMESA, JAKE!
Pero Jacob comenzó a negar con la cabeza, con ese rostro desfigurado por un profundo y desgarrador dolor que se clavó en mi corazón, haciéndome sentir lo mismo.
- ¿Otro… otro hombre? – su voz casi no sonó, y su semblante ya rozaba la agonía.
Mi alma se llenó de pinchazos por todas partes, éstos se clavaban en mi corazón y en mi estómago con crueldad.
¡TÚ ERES EL ÚNICO PARA MI, LO SABES!, mis sollozos ya no podían ser más agonizantes y los golpes que mi espíritu propinaba contra el cristal eran brutales, desbocados, desesperados.
- Sí, me he enamorado de él, ha sido un flechazo – dijo mi boca, con su consecuente humo invisible.
Éste hizo su trabajo de nuevo y Jake se creyó esas horribles palabras, debilitado por ese estado de ánimo que lo hacía más vulnerable.
¡NOOOOO!
- No… - negó con la cabeza, con ese rostro bañado en angustia, confusión, dolor… mientras su pie ya se iba hacia atrás.
¡NOOO, JAKE! ¡NO TE VAYAS! ¡NO ME DEJES, POR FAVOR!, lloré con gritos, revolviéndome en mi cárcel con unos empujones salvajes. ¡TE QUIERO A TI! ¡TE AMO CON TODA MI ALMA!
- Adiós, Jacob.
¡NOOO! ¡JAKE! ¡TE QUIERO! ¡TE QUIERO!, mi mente ya no podía chillar más alto y los ojos de mi espíritu no podían llorar más.
Una lágrima empezó a descender por su mejilla. Mis sangrantes pinchazos se multiplicaron por mil.
Mi boca exhaló otro polvillo plateado que él respiró sin darse cuenta, era otro encantamiento, al igual que había pasado con mi familia.
¡NOOOO! ¡¿QUÉ LE ESTÁS HACIENDO?! ¡JAKE!
Pero no pude ver de qué se trataba. Mi cuerpo se giró, dándole la espalda, y empezó a alejarse de él sin ningún atisbo de duda ni compasión.
¡NOOOOOOOOOOOOO!, grité con todas mis fuerzas, llorando, a la vez que mi espíritu se volvía hacia atrás y estiraba los brazos hacia él para tratar de alcanzarle.
Mi pulsera también parecía estar llorando con impotencia, pues sus vibraciones eran desesperadas.
- No… - volvió a murmurar con ese semblante torturado que me mataba.
Vi cómo daba unos pasos hacia atrás, haciendo esas continuas negaciones, y se daba la vuelta con precipitación, echando a correr hacia el bosque contiguo a la playa.
¡JAAAAAAKE!, chillé con una voz desgarradora que hubiera roto mis cuerdas vocales si mi garganta lo hubiese proferido.
Se transformó antes de llegar a la línea de los árboles, dejando sus ropas hechas trizas sobre la arena, y la peor de mis pesadillas se hizo realidad.
¡NOOOOOOOOO! ¡NOOOOOOOO! ¡JAAAAKE!
Mi espíritu intentaba llegar a él inútilmente, y mi cuerpo carnal seguía su paso firme hacia otra parte del bosque.
Ese grito desgarrador que no se escuchó se perdió junto al amor de mi vida, mi único amor, el único hombre que mi corazón podría amar, y me lo habían arrebatado sin que yo pudiese hacer absolutamente nada para evitarlo.
Empecé a marearme, incluso sentí unas tremendas ganas de vomitar, de la tensión y el profundo e insoportable dolor, y lo hubiera hecho si no fuera porque mi cuerpo seguía poseído por esa malvada brisa. No me había dado cuenta hasta ahora de lo exhausta que estaba. La desolación era insoportable y mi corazón no podía aguantar la agonía que lo había quebrado en dos.
Mi horizonte de felicidad junto a él, eterno, infinito, se había desvanecido en un abrir y cerrar de ojos.
Mientras mi alma seguía llorando con impotencia y desesperación, mi cuerpo fue conducido por el bosque. Mi dolor era tan grande, que ni siquiera me fijé por dónde iba, ni si la manada estaba por allí o no, solamente me dejaba flotar, inerte, como las algas que son arrancadas del fondo y son vapuleadas por las olas hasta que son conducidas hacia la orilla sin remedio.
A mí me habían arrancado de lo que más amaba del universo.
Estaba completamente ida, me habían quitado lo que más me importaba del mundo. El mareo aumentó, hasta tal punto, que noté cómo mi alma iba a desmayarse. Todo se nubló a mi alrededor y comencé a ver las imágenes como si estuviera en un sueño, un horrible y cruel sueño.
Lo último que recuerdo es a la sombra esperándome tras un enorme abeto, con ese semblante tapado por la capucha de su casaca negra. Se acercó a mí y me agarró del brazo.
Después, mi espíritu se desmayó.
Esta historia cuenta con los derechos correspondientes. Team Nessie & Jacob tienen la autorización de la autora para publicar la novela.
¡NO COPIES EL CONTENIDO!
WAOOO excelente, me gusto mucho, bastante drama, publica pronto porfa!!!
ResponderEliminarcuando sale el otro capi??????????
ResponderEliminarMARAVILLOSO LA SECUENCIA Y CONDUCCION QUE TIENES LLEVAS EL HIJO DE LA HISTORIA AL PUNTO QUE SUPERA A LA INSPIRACION ORIGINAL .................................PERO POR FAVOR SUBAN MAS CAPITULOS
ResponderEliminarIncreible.Solo eso, sige pronto porfa
ResponderEliminarWauuu.... Para cuando otro?
ResponderEliminarTe has convertido en mi idolo,escribes genial. tu que sacas 10 en biologia y literatura verdad?xD
En serio, si poublicaras est, yo lo compraría :)
Pobre Nessie!! Es realmente bueno, estaba angustiada delante del ordenador.
ResponderEliminarcuand el siguient?
Me voii a pasar todos los días a ver si sacas otro :DDD
ResponderEliminarDía 23 de julio.
ResponderEliminardios que capitulo!! casi mori al leerlo..por favor sube mas capituloss!!! que Jake se de cuenta por fisss!!1 muchos saludosss!!
ResponderEliminarMe morii al ver este capitulo por favor publica mas
ResponderEliminarpara cuando es proximo capitulo ??
Por favor publica pronto , no nos dejes con la intriga
¡Hola, guapisimas! Soy JACOB&NESSIE ^^
ResponderEliminarPerdonad que no me pasara por aqui antes, pero he estado muy, muy liada =(
Los capitulos los cuelga Miaw ^^ , porque este no es mi blog, las autoras de este blog me estan haciendo el grandisimo favor de colgar mi libro y les estoy muy agradecida ^^
Seguro que colgara mas capis pronto, ya lo vereis ;)
MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS POR ESAS COSAS TAN BONITAS QUE ME PONEIS, ME HACEIS MUY, MUY FELIZ, Y ME ANIMAIS MUCHISIMO A QUE CONTINUE CON LA HISTORIA. ¡¡¡MIL GRACIAS!!! =º)
Por cierto, no he sacado nunca un 10 en biologia y literatura XDD , internet es mi gran salvacion, jajaja.
Bueno, guapisimas, muchisimas gracias a todas/os!!!!
Lametones!!!!
wow excelente historia yo no paraba de llorar
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