= LIBRO UNO =
RENESMEE
Ese viernes Jake me esperaba a la salida del instituto, como siempre. Hacía dos meses que le había puesto la luna de atrás al coche; me traía y venía a recogerme casi todos los días en su Golf, a pesar de tener la parte trasera bastante destrozada. Yo prefería la moto, pues así me era más fácil evitarle, podía mantener mejor las distancias agarrada a su espalda, pero enero en Forks es de lo más lluvioso y frío.
Sonaba raro, pero no me gustaba nada que la época de exámenes hubiera pasado. Antes podía ponerle eso de excusa para no quedarme a solas con él, se suponía que tenía que estudiar y necesitaba concentrarme. También habían pasado El Día de Acción de Gracias y las Navidades, fechas en las que siempre habíamos estado rodeados de gente. Este año la casa se había llenado, habían venido Tania, Kate y Garrett a visitarnos, aunque Carlisle y Esme se quedaron en París para pasarlas con Louis y su esposa, que habían insistido mucho. Mis padres, Jacob y yo pasamos la nochebuena en casa de Charlie, como todos los años, con Billy, la familia Clearwater, Sam, Emily y sus niños. Todos esos acontecimientos me habían tenido lo suficientemente distraída y había podido mantener las distancias con Jake, pero desde que habían pasado, tenía que buscarme la vida. Los fines de semana no me preocupaban, ya los tenía ocupados, porque salía con Nahuel. Ya habíamos recorrido todos los museos de Seattle, me llevaba a comer, a visitar sitios paisajísticos; cualquier cosa servía para no pensar en Jacob.
Nada más despedirme de mis amigas, me dirigí al vehículo y, como venía haciendo últimamente, me subí al coche, saludando a Jake sin abrazarle. Brenda estaba encantada al percatarse de mi alejamiento de Jacob. A éste, en cambio, no le hacía ni pizca de gracia mi repentino cambio de actitud de estos tres meses y medio.
Como seguía poniéndome muy nerviosa cuando él se acercaba, siempre me pasaba el viaje en coche acribillándole a preguntas sobre las manadas. Ahora sabía los cotilleos de todos los miembros. El último y más sonado era el enamoramiento de Leah. Llevaba un par de meses saliendo con un chico de la reserva de los makah, que por supuesto, no sabía que estaba con una loba. Ese era uno de los chistes malos que los chicos le hacían a la pobre. Cuando ya no había novedades de mi particular prensa del corazón, me dedicaba a contarle cada una de las cosas y detalles que había hecho yo en clase. Así llegábamos al instituto o a casa, donde estábamos rodeados de gente, y no le daba opción a acercarse a mí demasiado.
Hoy estaba muy contenta. Mis abuelos volvían de París, por fin.
Cuando entramos en casa, Carlisle y Esme ya habían llegado. Venían repletos de regalos. Nos trajeron ropa para todos, incluidos Jacob y Nahuel. Esme me dio mi bolsa después de los saludos y efusivos abrazos, eran modelos exclusivos de la última moda de Paris. A Alice casi se le salían los ojos de las órbitas cuando vio la suya. Nada más abrirla, se subió volando a su habitación para probarse sus prendas.
Jacob, en cambio, lo miró un poco por encima e hizo una mueca de aceptación. Posó la bolsa en la nueva mesa de cristal y se dirigió hacia Carlisle, que en ese momento hablaba con mis padres.
- ¿Qué habéis averiguado? – preguntó sin rodeos.
Mis padres se miraron y suspiraron.
- Jacob, podías ser más educado y dar las gracias primero, ¿no te parece? – le sugirió mamá.
- Gracias. ¿Qué habéis averiguado?
Mi madre puso los ojos en blanco. Carlisle y Esme, sin embargo, se rieron. Parecía que lo hubieran echado de menos y todo.
Me acerqué a ellos para escuchar mejor la conversación.
Alice bajó por las escaleras como una bala, señal de que lo había oído, y se puso a nuestro lado, junto con el resto de mi familia.
- Hemos descubierto cosas muy interesantes – dijo Carlisle -. Y tengo una sorpresa, pero primero tengo que explicar que esa criatura es un licántropo.
- Eso ya lo sabíamos – resopló Jake.
- Sí, pero este es peculiar – contestó mi abuelo, sacando unos papeles de su maletín -, por eso no nos encajaban algunas cosas.
- ¿Peculiar? – pregunté.
- Mi amigo es científico – explicó, mirando los folios – y ha descubierto que ese licántropo sufre una mutación.
Colocó las hojas extendidas encima de la mesa, tenían unos dibujos de hombres lobo.
- ¿Una mutación? – Nahuel se unió a nosotros.
Jacob le gruñó y se arrimó más a mí.
- ¿A cuál de estos se parecía el que te atacó, Nessie?
Me fijé en cada uno de los dibujos. El estómago se me retorció cuando lo vi.
- A este… - afirmé, señalándolo con el dedo.
- A lo largo de la historia se han hecho muchas barbaridades con la genética – empezó a exponer, recogiendo el resto de folios para dejar solamente el que yo había señalado -. Los humanos con los de su misma especie y los animales. Los seres como nosotros con los demás seres sobrenaturales. Todo para buscar criaturas perfectas que les fueran útiles, o simplemente para experimentar o crear nuevas especies, jugando a ser Dios.
- Venga, Doc. No se enrolle – protestó Jacob.
- Lo siento, es que este tema me apasiona – carraspeó y siguió hablando -. Ya sabéis que los humanos tienen 23 pares de cromosomas, los vampiros tenemos 25 y los metamorfos como vosotros – señaló a Jake con la mano – 24. Pues bien, los licántropos tienen 22 pares de cromosomas, pero este en concreto tiene 24, por una mutación genética.
- ¿Y eso que quiere decir? – quiso saber Jacob, impaciente.
- Estos licántropos no se podrían considerar como Hijos de la Luna al pie de la letra. La transformación completa se lleva a cabo las noches de luna llena, pero siguen siendo hombres lobo el resto del tiempo, aunque no del todo. Tanto de día como de noche son hombres lobo a medias, se podría decir.
- Hombres gigantes cubiertos de pelo, con dientes afilados y garras como cuchillas – comenté, haciéndome eco del horrible recuerdo que tenía de aquella bestia.
- Sí, exacto. Por eso nos despistaba que os hubiera perseguido aquel día sin haber luna llena – confirmó Carlisle.
Jacob intentó cogerme de la mano, pero la aparté y disimulé metiendo las mías en los bolsillos de mi chaqueta. Se quedó con una expresión frustrada y yo miré a otro lado para no verle ese rostro que me rompía el alma.
- Los Hijos de la Luna basan la continuidad de su especie en infectar a otros – siguió mi abuelo -. Sus mordiscos son extremadamente venenosos.
- ¿Qué pasaría si me mordiera a mí uno de esos? – preguntó Jake con demasiada curiosidad -. Yo ya soy un lobo.
- En tu caso es diferente – mi mejor amigo sonrió, pero enseguida le cambió la cara -. No te transformarías, desde luego, pero te transmitiría la rabia y morirías sin remedio alguno – empecé a temblar al recordar mis horripilantes pesadillas. Mi mano reclamaba la suya, pero tenía que contenerme -. Su saliva es muy tóxica, el veneno se mezclaría con tu sangre y se extendería por tu cuerpo rápidamente. Esta rabia es enormemente mortal y dolorosa. La muerte llegaría más tarde o más temprano, dependiendo de lo fuerte que fuera tu organismo, y...
- Vale, Doc. Creo que ya me ha quedado claro – interrumpió Jacob al ver mi cara de espanto.
Mi abuelo me miró, asintió y continuó su exposición.
- Pues bien, el licántropo del que hablamos también tiene otra peculiaridad que lo diferencia del resto. La continuidad de su especie no se basa únicamente en infectar a otros, estos, además…
- ¡No! – exclamó papá, horrorizado, adelantándose a lo que Carlisle estaba apunto de decir.
- ¡Edward, ¿qué ocurre?! – voceó mamá.
- ¿Qué pasa? – exigió saber Jake, conteniéndose.
Mi abuelo le observó como con cautela.
- Estos licántropos son capaces de reproducirse y criar.
Las manos de Jacob ya vibraban.
- Explíquese – pidió, apretando los dientes.
Sin duda, ya se imaginaba por dónde iban los tiros, y yo también. Esta vez no pude evitar sacar la mano, sin embargo, logré controlarme un poco y me enganché a su brazo.
- Lo siento Edward, pero tengo que explicarlo de este modo para que me entiendan todos – papá asintió con el rostro grave y aferró la mano de mi madre con fuerza. Carlisle miró a Jacob -. Estas criaturas no son del todo racionales, actúan movidos por sus instintos animales. Para él, Nessie es una hembra, una candidata para aparearse.
- ¡¿Qué?! – gritó mamá, histérica.
Esme se llevó la mano a la boca, horrorizada.
Jacob se desprendió de mí de una sacudida y empezó a pasear nerviosamente, con las manos en la nuca.
- Lo mataré – gruñó -. ¡Lo mataré! – bramó acto seguido, dirigiéndose ya a la puerta con el cuerpo atacado de espasmos.
Papá se lanzó como un rayo y se interpuso, sujetándole por los hombros.
- ¡Jacob, contrólate! ¡Ya has oído qué pasará si te muerde!
- Déjame pasar, Edward – ordenó éste con furia contenida, rechinando los dientes.
Tenía una mirada amenazadora clavada en la salida, respiraba aceleradamente y apretaba los puños con una fuerza brutal, probablemente para no explotar delante de mi padre y no hacerle daño.
- ¡Jake, por favor! – le rogué, poniéndome junto a mi padre.
- Tengo que acabar con él – afirmó, siguiendo con su conducta -. Ya lo ha intentado. No quiero que se acerque a ella lo más mínimo.
- Y yo no quiero que mi hija se quede viuda antes de tiempo – declaró mi padre, mirándole fijamente con convicción.
Jacob trasladó inmediatamente su mirada a los dorados ojos de mi padre y su semblante cambió. Todo su cuerpo se relajó al instante.
Los colores se me subieron a la cara de sopetón. ¿Cómo que viuda? ¿Es que creía que Jake y yo…?
- Nosotros no… - intenté decir, pero no me dejaron.
- Sí – mi padre contestó a la pregunta mental de Jake con la misma certeza -. Eso ya no te lo puedo decir, no me está permitido – le volvió a responder, mirándome a mí.
- ¿De qué estáis hablando? – inquirimos mamá y yo a la vez.
- Te tomo la palabra, no te olvides – le advirtió Jacob sin apartar los ojos de los suyos, haciendo caso omiso a nuestra pregunta.
Papá asintió.
- Vamos, Jacob – le exhortó mi padre, haciéndole un gesto con la mano.
Fruncí el ceño. ¿De qué iba todo esto? De lo que estaba segura, es que se trataba de mí.
Regresamos junto al resto de mi familia para seguir escuchando a Carlisle. Nahuel tenía una expresión extraña, al parecer, no le había gustado nada el comentario de mi padre.
- ¿Y por qué Nessie? – preguntó Alice, poniendo un poco de orden después de la abrupta interrupción.
Mi abuelo tosió para seguir su explicación.
- Como ya he dicho, estos licántropos también se pueden reproducir para perpetuar su existencia. No obstante, no pueden hacerlo con cualquier especie. Tienen que hacerlo con la suya o, en su defecto, con otra lo más parecida posible, genéticamente hablando. Bien, Nessie también tiene 24 pares de cromosomas.
- Pero ella es mitad vampiro. No son compatibles – censuró Nahuel con cara de repugnancia -. Saldría una aberración, una mezcla, no otro licántropo.
Jacob le miró de reojo, con recelo.
De repente, mi padre se adelantó a los próximos pensamientos de mi abuelo y lo miró con los ojos como platos. Después, osciló la cara hacia Jake y yo, y nos observó con el mismo semblante. ¿Qué pasaba? Mamá también se percató de esto.
- Con Nessie sí podría reproducirse – qué palabra más fea me parecía, sobretodo hablando de licántropos. Me dio un escalofrío del asco. Nahuel parecía estar pensando lo mismo que yo -. En la genética, prevalece el gen más fuerte; así se preserva la especie y se fortalece, aunque en esto todo son probabilidades y siempre hay excepciones, pero éstas son mínimas – le aclaró Carlisle -. Bien, por alguna razón que no logro comprender, ella es más humana que vampiro. Sin embargo, aunque sus genes humanos son más numerosos, su organismo le daría preferencia a los de vampiro para la reproducción, porque, en la mezcla genética con su pareja, tendrían más posibilidades de ganar que sus genes humanos, hablando en términos coloquiales, son más fuertes. Pero es que, además, sus genes de vampiro son… especiales – ahora mi padre no era el único con ese semblante -. No obstante, en la mezcla con los que producen la licantropía, saldrían perdiendo, ya que siempre estarían en desventaja por su menor porcentaje, por lo que podría nacer otro licántropo perfectamente. Lo mismo sucedería con un metamorfo. Si Jacob y ella se reprodujeran, podrían tener cachorritos metamorfos.
La sangre se me volvió a subir a la cara. ¿Por qué había tenido que poner ese ejemplo? A Jake, en cambio, el semblante de antes le cambió de sopetón. Ahora sonreía abiertamente, mirando a Nahuel con satisfacción y orgullo.
- ¿No se puede equivocar, Carlisle? Ella es como yo, tiene que ser mitad humana y mitad vampiro, al cincuenta por ciento – dijo nuestro invitado.
- ¿No lo has oído? Ella no es como tú, estúpido – le increpó Jacob, mirándole de arriba abajo con desprecio.
- Te aseguro que es así, mi querido Nahuel. Yo mismo analicé su sangre cuando nació, y comprobé sus genes. Tenía mucha curiosidad, porque me parecían fascinantes sus coincidencias y semejanzas con Jacob cuando estaba en el vientre de Bella – la cara de Nahuel se puso pálida -. No obstante, me habían quedado pendientes cosas que no me cuadraban, y su transformación también me sorprendió, así que me tomé la libertad de llevar las muestras de su sangre y las que tenía de Jacob a París para consultarlo con mi amigo Louis – se dirigió a mi mejor amigo un tanto avergonzado -. Espero que no te moleste.
- Para nada, siga – contestó Jake, sonriendo abiertamente; estaba disfrutando con esto.
- Ahora viene la sorpresa de la que os hablaba al principio. Después de un primer estudio de los genes de Nessie, del que obtuvimos pocas respuestas y muy confusas, nos pusimos a investigar lo del licántropo, ya que era más urgente. Como no tenía muestras de éste, utilicé las de Jacob para comparar, para ver si eso nos daba alguna pista. Y lo que nos llevamos fue una gran sorpresa con la que no contábamos. Esa respuesta que buscábamos para los genes de Nessie. Estuvimos investigándolo a fondo, consultando con otros amigos científicos especializados en el mundo de la genética, cerciorándonos. Y nos quedamos aún más maravillados cuando descubrimos que los genes de Nessie eran más parecidos a los de Jacob que a los de cualquier semivampiro – todos nos quedamos de piedra, hasta Jake. Carlisle volvió a carraspear para seguir -. Bien, los genes metamorfos solamente los tienen activos los varones, con algunas excepciones, como en el caso de Leah, debido a su esterilidad, sin embargo, ellos se reproducen con humanas y su especie se mantiene sin ningún problema.
››No obstante, en el caso de Nessie es diferente. Ella es una fémina, pero es igual que Jacob: sus genes también están activos, son casi idénticos a los suyos y es completamente fértil – toda mi familia, incluida yo, estábamos alucinando -. De hecho, su cuerpo puede llegar a transformarse, como le pasa a él. Me di cuenta el día que se enfrentó a ese licántropo, cuando Edward me lo contó.
- ¿Quiere decir que ella es una especie de metamorfo como yo? – interrogó Jake con ojos centelleantes.
- Sin ninguna duda – confirmó mi abuelo. A todos se nos quedó la mandíbula colgando, menos a Jacob, que sonreía maravillado -. Lo único que os diferencia es algún matiz. No sé cómo explicarlo – mi abuelo se llevó la mano a la barbilla con gesto reflexivo y después siguió hablando -. Hay unas divergencias pequeñas, pero claras.
››Primera divergencia: vuestros genes tienen una parte humana bastante fuerte, pero el resto de tus genes van ligados al mundo lupino, mientras que los de ella lo están al mundo vampiro, por decirlo así. Por eso, cuando tú te transformas, lo haces en un lobo y cuando ella lo hace, se convierte en vampiro.
Mis padres no daban crédito a lo que estaban escuchando. Se miraban confusos y atónitos.
- Segunda divergencia: mientras que tú cambias de fase a tu antojo, ella sólo responde a estímulos muy fuertes, ya que su cuerpo necesita de mucho esfuerzo para la transformación y gasta mucha energía en el proceso. Aunque su mecanismo de metamorfosis es prácticamente el mismo que el tuyo.
››Tercera divergencia: tú puedes transformarte en un…, permíteme que lo diga así, en un animal de verdad, en un lobo completo, y puedes quedarte como tal el tiempo que quieras, puedes sobrevivir perfectamente viviendo como un lobo, porque es otro ser vivo de sangre caliente, tu organismo no soporta otro cambio que el de la transformación propiamente dicha. En cambio Nessie no llega a transformarse del todo, debido a lo que acabo de comentar antes. Su organismo no soportaría un cambio íntegro, porque no se transforma en otro ser vivo. El corazón de los vampiros no late, no tenemos sangre, no respiramos. Cuando se transforma, una parte de ella no deja de ser humana. Su corazón no puede dejar de latir, sigue llevando sangre en sus venas, sigue respirando. Esto produce cierto antagonismo, porque, en el momento en que se transforma, su organismo demanda las necesidades características de un vampiro. Si no bebe sangre, su cuerpo empieza a tomar la suya propia y podría morir, como bien sabes.
- Y en cuanto toma sangre, su organismo se estabiliza y vuelve a ser medio humana, ¿no es eso? – adivinó Jake con una sonrisa de alegría enorme.
- Exacto – ratificó Carlisle -. Para que lo entendáis, la sangre le proporciona la energía necesaria para que su organismo produzca su propio plasma, su corazón vuelve a latir con fuerza y todo vuelve a la normalidad, aunque es un poco más complejo.
No me podía creer lo que estaba escuchando. ¿Yo era un metamorfo? Bueno, ya tenía más que asumido que era un bicho raro, así que pronto ese sentimiento empezó a transformarse en un cierto alivio. Porque por fin entendía muchas cosas, como mi transformación. Claro, y según Carlisle, yo era más humana que vampiro, por eso no era tan rápida y fuerte como Nahuel o Jacob. De ahí que mi temperatura corporal fuera más baja que la de ellos.
- Pero aún así, ella siempre será más compatible con un semivampiro que con un licántropo o un metamorfo – debatió Nahuel.
- Se puede reproducir con los tres. Pero si tenemos que hablar de compatibilidad genética, he de decir que sería más compatible con un metamorfo que con ningún otro.
- Es imposible – discrepó Nahuel con el rostro desencajado.
- Como dijo Jacob, ella es un metamorfo. En realidad, si aplicáramos un término justo, sería un semivampiro metamorfo, única en su especie – aclaró mi abuelo. Jake no cabía en sí de gozo, a diferencia de nuestro invitado, que se iba poniendo verde por momentos. Mi familia estaba muda de estupefacción -. Nessie es especial. Sus genes de vampiro son metamorfos. Si hablamos de perpetuar su especie, el más compatible para ella sería otro metamorfo.
Jacob se carcajeó y me elevó por el aire con un abrazo que me pilló completamente desprevenida y no pude evitar. Cuando por fin me dejó en el suelo, pude separarme de él. No le dio ni la más mínima importancia a mi gesto, de lo contento que estaba.
- ¿Por eso no puedo verle el futuro? – preguntó Alice, pestañeando sin parar.
- No lo sé – dudó mi abuelo -. Puede ser, aunque también puede ser porque, de algún modo, está unida a Jacob de por vida.
Eso seguro.
- ¿Cómo es posible? Ella nació de una humana y un vampiro, como yo. Y yo no me transformo en vampiro, siempre soy un semivampiro – Nahuel no daba crédito a lo que estaba escuchando.
- Ya lo dijiste tú una vez, la naturaleza es sabia – le recordó Jake con una sonrisa de revancha.
- No sé por qué es así, Nahuel – le respondió Carlisle -. Es lo que nos dejó a todos atónitos y desconcertados. Es el único caso que se conoce en el mundo. Solamente sabemos que sus genes sufrieron una metamorfosis cuando se formó el cigoto, que es cuando se hace el intercambio genético de los padres. Puede que interviniera la magia, como en el caso de nuestros amigos de La Push – mi abuelo sonrió a Jake.
Mis padres seguían observándose sin comprender nada.
- Es por nuestro vínculo – declaró Jacob con una enorme sonrisa -. Ya lo dijo el Viejo Quil, nuestro vínculo es increíblemente fuerte, y ya entonces era así.
No pude evitar corresponderle la sonrisa, ya que eso era una verdad como un templo. Aunque fuera como amigos, siempre estaríamos juntos.
- Puede que ese viejo tenga razón – dijo Alice, mirando al techo, pensativa, con los brazos cruzados -. Cuando Bella estaba embarazada y tú no estabas cerca, me daban unos dolores de cabeza terribles. Pero entrabas por la puerta y se me pasaban de inmediato, eras como un analgésico. Tal vez tenga que ver con esa conexión vuestra.
- ¿Sí? – miré a mi madre, gratamente sorprendida -. Nunca me lo habías contado.
- Bueno, es que nunca surgió el tema, y tampoco me parecía tan importante – mi madre se encogió de hombros.
Pues a mí sí que me lo parecía. Ni siquiera había nacido y ya estábamos conectados. Me puse a pensar en ello un rato.
- Billy dice que la imprimación también tiene que ver con la reproducción y la genética – siguió Jake, todo orgulloso -. La chica de la que nos imprimamos es nuestra alma gemela en todo - entonces, me miró con tanta intención, que no pude evitar ponerme roja de nuevo -, y eso incluye la reproducción. Ella lleva los mejores genes para perpetuar mi linaje y fortalecerlo.
- Eso todavía está por ver – intervino Nahuel con irritación.
- Si Nessie y yo nos reprodujéramos y tuviéramos hijos, ¿qué tendríamos? – preguntó Jacob, encantado de la vida, haciendo caso omiso al comentario de nuestro invitado.
Nahuel volvió a torcer el gesto.
Mi cara sufrió otro colapso de sangre. ¿Por qué le daba ahora por preguntar algo como eso? La comisura del labio de mi padre se elevó un poco, al parecer, a él le hacía gracia. Seguro que se partía de la risa por dentro al escuchar todos nuestros pensamientos. Hoy tendría de qué cotillear con mi madre.
- Veamos. Esto es como el color de ojos o las características que se heredan de los padres, siempre ganan los más fuertes. En vuestro caso, si es un varón, prevalecerán los genes paternos, y si es una hembra, los de la madre. Me explico. Si tuvierais un niño, los genes paternos de metamorfo prevalecerían sobre los de metamorfo de vampiro, ya que estarían activos y serían más numerosos, luego saldría otro cachorrito de lobo – Jake sonrió satisfecho -. En cambio, si tuvierais una niña, los genes metamorfos paternos no estarían activos, así que prevalecerían los metamorfos maternos de vampiro y saldría otra semivampiro con las mismas características que Nessie, con igual proporción de genes y conservando la mutación genética que ella tiene. Aunque, además, esa niña también sería portadora del gen paterno, que sólo se activaría en futuros descendientes varones.
- Tendríamos una niña preciosa – susurró Jacob para sí, mirándome embobado.
Me enganché a sus ojos durante un instante y tuve que obligarme a girar el rostro cuando las mariposas querían echar a volar en mi estómago y mis mejillas se encendían.
- ¿Y si se reprodujera conmigo? – quiso saber Nahuel.
¿Por qué hablaban de reproducirse? Yo no tenía pensado reproducirme con nadie. Ya me estaba cansando de tanta reproducción. Jacob le miró con mala cara.
- En este caso, tendríais solamente semivampiros, fuera niño o niña. Pero su especie única no se perpetuaría, ya que esos genes tan especiales nunca tendrían preferencia al ser inferiores en número a los tuyos; se quedarían en un punto muerto y se perderían.
››Lo mismo sucedería con un humano. No sería igual que con la especie de Jacob; ellos están adaptados para poder procrear con humanas y perpetuar su especie, porque el primer quileute que se transformó no nació como metamorfo, ocurrió después, y la metamorfosis se adaptó a su morfología y genética. Pero no es ese el caso de Nessie. Ella nació con esa mutación. Si ella se reprodujera con un humano y se hiciera el intercambio genético, saldrían ganando los genes humanos, al ser mayores en número, y nacería otro humano. Podría nacer un semivampiro metamorfo, pero la probabilidad sería muy pequeña y sería menos vampiro, es decir, esos genes serían aún menos numerosos y se irían perdiendo con las futuras generaciones, cada vez serían más débiles. Podría asemejarse a una persona mulata que se reprodujera con una persona blanca. Su hijo podría nacer con la piel oscura, pero esos casos son excepcionales, lo más normal es que saliera más blanco y que las futuras generaciones terminaran siendo blancas del todo, si se siguen reproduciendo con personas blancas, claro.
››En el intercambio genético con un vampiro, ganarían los genes vampiro por ser más numerosos y más fuertes. La posibilidad de que naciera un semivampiro metamorfo sería imposible, ya que los genes de vampiro siempre serían más fuertes que los metamorfos maternos de vampiro, así que nacería otro vampiro. En este caso, si naciera una hembra, nacería estéril, como lo es cualquier mujer vampiro, por lo que ya no habría posibilidad de línea sucesoria genética; y si naciera un varón, éste podría tener descendencia, siempre y cuando se reprodujera con hembras que no fueran vampiro, por supuesto, pero esos genes metamorfo de vampiro también se perderían.
››Sin embargo, con un metamorfo, sus genes siempre perdurarían, como habéis escuchado. Por eso digo que, genéticamente y para conservar su especie, el más compatible es otro metamorfo – Carlisle sacó otro folio de su maletín y carraspeó -. Me he permitido hacer un esquema de todo esto para que lo comprendáis1. Lo he simplificado todo lo que he podido.
Jacob agarró el papel y lo observó. Sus cejas bajaron con extrañeza al ver tanto símbolo y nos lo pasó a los demás. Todos estudiamos el folio con detenimiento y asombro. La verdad es que parecía un jeroglífico.
- ¿Y de qué serviría perpetuar eso? – cuestionó nuestro invitado cuando terminó de mirarlo -. Quiero decir, que lo mejor sería encauzar las cosas a su estado normal.
- ¿Qué significa eso de normal? – inquirió Jake, enfadado.
- No está bien crear nuevas especies – contestó Nahuel, tajante.
Jacob no fue el único al que no le gustó ese comentario. Mamá tampoco parecía muy conforme.
- No es lo mismo que lo que hizo tu padre, si es eso a lo que te refieres – intervino ella, un tanto ofendida -. No voy a negar que todo esto es muy raro, pero ha sido una selección natural, sus genes cambiaron solos sin que nadie tomara parte. Si ha sido así, tiene que ser por algo – y sus ojos se escaparon por un instante hacia Jake, como si viera en él algún tipo de respuesta.
Eso hizo que mis pupilas también me llevaran a Jacob irremediablemente y mi mente empezara a enlazar las razones de mi mutación con él, con su imprimación, con nuestro vínculo. Aparté la mirada rápidamente cuando mi corazón tembló.
Ahora el molesto parecía Nahuel.
- En la naturaleza a veces se producen este tipo de casos, aunque cuando se produce una anomalía genética, la criatura nace estéril. No obstante, lo extraordinario en este es que ella se puede reproducir sin ningún problema, su sistema reproductivo está perfectamente – explicó Carlisle.
1 Ver Esquema Genético al final del libro.
- Volviendo al tema del licántropo – interrumpió Alice, poniendo orden de nuevo -. ¿A qué se debe su mutación genética? ¿También se produjo sola, como en el caso de Nessie?
- No, alguien tuvo que manipular sus genes para variarlos. Louis y yo estuvimos mucho tiempo metidos en su biblioteca, buscando información, y descubrimos varios tipos de experimentos con licántropos. Estos en cuestión se crearon en Suramérica.
- ¿En Suramérica? – interrogó Jacob, mirando con sospecha a Nahuel.
- A mí no me mires – contestó el aludido, irritado -. Jamás he oído nada de estos licántropos.
- De los licántropos que antes os he enseñado, estos son los más peligrosos – continuó mi abuelo -. Tanto, que sólo se les puede matar cortándoles la cabeza.
- ¿Ya está? – se mofó Jake, enarcando una ceja -. ¿Sólo tengo que arrancarle la cabeza?
- No es tan fácil, Jacob – le advirtió mi padre -. Los licántropos son muy escurridizos, impredecibles, son muy rápidos y agresivos.
- Bueno, me da igual. Acabaré con él en cuanto tenga oportunidad – afirmó mi mejor amigo con seguridad, cosa que a mí me daba mucho miedo.
- Acabaremos con él – le corrigió papá -. Tú no irás solo.
Jake puso los ojos en blanco y suspiró.
- Sí, vale, vale.
Mi padre no se quedó muy convencido, lo que me indicaba que Jake no lo iba a dejar así por así. Todavía quería vengarse por lo que me había intentado hacer ese monstruo.
Todos nos quedamos expectantes, esperando a que hablara Carlisle. Todos menos papá, que ya estaba recogiendo su bolsa de ropa del suelo.
- Ya he terminado – dijo mi abuelo por fín -. Es todo lo que he averiguado.
- Y ha sido bastante – le contestó Jacob con una amplia sonrisa -. La verdad es que ha sido muy aclarador, sobretodo para algunas personas – declaró, mirando a Nahuel con provocación.
Éste le correspondió con hastío y cogió su bolsa para subirse a su habitación, enfadado.
- Seguiremos vigilando la zona, por si acaso quiere acercarse a Nessie – sentenció Jasper.
Mi familia al completo asintió y empezaron a disgregarse por la casa. Unos subieron a sus dormitorios a probarse la ropa nueva y otros se quedaron charlando animadamente con Carlisle y Esme.
- Hace mucho que no vamos de caza, ¿te apetece ir? – me propuso Jacob.
Ir de caza con él no suponía un riesgo, ya que no había peligro si le abrazaba o le acariciaba en su forma lobuna. Además, la verdad es que me apetecía bastante un poco de sangre.
- Sí – acepté con una sonrisa.
- Genial – respondió con otra.
Cómo me gustaba esa sonrisa. Aparté la vista de él y tragué saliva cuando empezaba a quedarme sin aire. No pensar, no pensar, me dije.
- Voy a mi habitación a ponerme algo más cómodo – conseguí murmurar.
- Vale.
Me acerqué a mis padres y les dije lo que íbamos a hacer. Subí a mi dormitorio y me puse el primer chándal que encontré. Cuando bajé al salón, Jake estaba a los pies de la escalera, esperándome.
Esta historia cuenta con los derechos correspondientes. Team Nessie & Jacob tienen la autorización de la autora para publicar la novela.¡NO COPIES EL CONTENIDO!
realmente TE FELICITO!!!! Pues el ingenio con el que escribes y desarrollas cada capítulo es UNICO!!! sobre todo la investigación que sé que haces para respaldar cada contenido!!! en este Capítulo particularmente lo cuidas todo... los detalles sobre Genética!!! MUY BUENO!!! MUY BIEN SUSTENTADO!!! EXCELENTE!!!!..... Sigue escribiendo esta HISTORIA!!!! Muchos estamos pendientes.....
ResponderEliminarMuchas gracias ^^
ResponderEliminarLa verdad es que este capitulo me costo lo mio XDD
Y muchas gracias por los animos!!
Un besazo enorme!!
wooooww te felicito hiciste un muy buen trabajo en este capi veo que le pusiste mucha dedicacion sobre todo en el tema ese de la investigacion...estubo genial!!!!! saludos desde Argentina...FLOR
ResponderEliminarSaludos desde VENEZUELA!!! realmente ESPECTACULAR!!!! Vale mil veces la pena tu esfuerzo!!!! Eres Unica....Ana....
ResponderEliminar¡Wooow! VENEZUELA, ARGENTINA, MEXICO... ¡QUE GUAY! Muchisimas gracias a vosotras por leerlo, esa es la mayor recompensa!!! No tengo aqui un emoticono que salte, que si no lo ponia ^^
ResponderEliminarY muchisimas gracias por esas cosas tan bonitas que me poneis, aunque es demasiado!! jaja
Un lameton a modo de besazo para todas vosotras!!
Geeeeeeeeeeeeenial!!!!!! nserio amo como tomas la prsonalidad d cada prsonaje ii la sigs apgando a la obra original, toda la invstigacion muii a lo Carlisle ii muii sustntada creo q ni meyer c ha invntado una tan completa** Bn x ti**
ResponderEliminarXoxos dsd México!!!!
TE FELICITO POR LOS CAPITULOS ESTAN MUY BUENOS. SALUDOS DESDE PUERTO RICO!!!!
ResponderEliminaracá va otra mas de Argentina... sos increíble no me cansaré de escribirtelo, como desarrollaste todo el tema de la genética es grandioso, hasta me cerraron un par de cosas que no había hecho con amanecer, aunque no fuera una versión oficial... hasta tiene lógica!!! Besotes de desde Bs As , Argentina
ResponderEliminaresta muy bueno el libro, saludos desde Chile
ResponderEliminarExcelente todo coincide perfectamente
ResponderEliminarFelicitaciones