Capitulo II: ‘Lazos de amor’

Llevo nuestras manos entrelazadas hasta sus labios, y beso suavemente una de las mías.

Levantó su cara hacia la mía, y con una dulzura casi imposible dijo:

- Ness, quieres ser mi novia? 

Mi corazón no latió por mas de 2 segundos, no existían palabras para expresarle lo que sentía en aquel momento. No lo pensé ni 1 ves, tome su cara y rápidamente acerqué mis labios hacia los suyos, podía sentir su aliento, su respiración. Lo bese, nos fundimos en un beso lleno de amor, un beso que significaba todo para nosotros, el beso que marco el inicio de este amor infinito.

En ese momento comprendí todo, había amado a Jacob cada día de mi vida, cada segundo. Y lo amaría por el resto de mi eternidad, de nuestra eternidad. Sus labios eran tan calidos, lo mas delicioso que había sentido en mi vida. Su calor recorría todo mi cuerpo, dándome una sensación totalmente inexplicable.

Después de unos segundos, Jake se separo de mi, me miro tiernamente a los ojos y con una expresión de satisfacción me dijo: 

-Eso es algo como... Un si?

No logre articular palabra, y lo único que pude responder fue un simple “si”. Jake me miro y su rostro se torno en una sonrisa burlona, se acerco lentamente a mi y suavemente me dijo:

-Me encanta cuando te sonrojas. Mis mejillas cambiaron a un rojo ardiente. Espere unos segundos a que se me bajara un poco el color.

-Exactamente cuanto tiempo llevas enamorado de mi? 

-Me creerías si te digo que, el mismo tiempo que tienes de edad? 

Mi cara se torno en una mueca de confusión. 

-Lo se, lo se, es difícil de creer, pero es la verdad. 

-Deja de jugar Jake!, te estoy haciendo una pregunta! 

-Esta bien amor, tranquila, te lo voy a decir! 

-OK, te escucho. 

-Alguna ves escuchaste de la imprimación?

Jakeeee! Que tiene que ver lo que te pregunte con pintar maderaaa?? Mi rostro era de total enojo e impaciencia, la cual había llegado a su fin. 

-La imprimación de la que te hablo no tiene nada que ver con madera!!, escúchame primero, y por favor no te enojes, al final comprenderás todo. 

-Lo siento Jake, ahora si, te escucho.

-No se como explicarlo, pero, la imprimación es algo que nos pasa a los licántropos, es como..-dudó- amor a primera vista, pero claro, mucho mas fuerte. Cuando conocemos a esa persona especial, desde la primera ves que la vemos, sentimos unos lazos tan fuertes, que no podemos alejarnos nunca mas de ella, simplemente.. sentimos la necesidad de protegerla.

Quedé atónita. 

-Quieres decir que... Tu te imprimaste de mi desde que nací!!? 

-Así es Ness, pero cuando eras un bebe, no era amor lo que sentía por ti.. era necesidad de protegerte y de estar siempre a tu lado. 

No pude articular palabra, mi mejor “amigo” siempre había estado enamorado de mi?

-Se lo que piensas ahora, supongo que ahora querrás terminar esta relación... Y te comprendo.-Se quedo callado unos segundos- Maldita sea, no debí contarte esto. 

Su rostro era de total desolación. No soporte la idea de hacerlo sufrir y me acerque a el, lo abrasé tan fuerte como pude y recargue mi rostro contra su mejilla.

-No amor, yo te comprendo, muchas gracias por contarme todo, esto no ara que lo nuestro termine, sino que sea mas fuerte. Te quiero mucho, no quiero que sufras, yo nunca te dejaré. 

Se hizo el silencio. 

-Prometes nunca dejarme? 

-Lo prometo.

Desperté, saqué mi móvil y vi la hora. Nos habíamos quedado dormidos cerca de 2 horas, eran casi las 10 de la noche y el cielo estaba totalmente oscuro, solo podía escuchar la respiración de Jake. Para mi suerte, mi móvil tenia la luz necesaria para poder observar a mi Jake.

No lo podía creer, la quietud con la que dormía me dejaba apreciar que Jake era aun mas guapo de lo que pensaba. No podía dejar de mirarlo, no quería moverme ni un centímetro de su abrazo. La noche era muy fría, pero su piel era tan calida, que podría nevar sin que yo sintiera frió. Sentir su aliento en mi rostro era magnifico. Perdí la cuenta de las miles de veces que besé sus labios y mejillas.

Después de un rato, abrió los ojos suavemente y esbozo una sonrisa. 

-Hola amor- Susurré.- 

-Que hora es? 

-Son las 10:30... 

-Es tarde, tengo que llevarte a casa... 

-Por que? Aun no me quiero ir... 

-Y yo tampoco quiero llevarte, pero tengo que hacerlo. 

-Esta bien.

Caminamos tomados de la mano hasta llegar a su auto. Encendió las luces para neblina y comenzó a avanzar. 

-Entonces desde que nací me has cuidado? No te has cansado de hacerlo? 

Rió. 

-Nunca me cansare de hacerlo. 

-Te quiero. 

-Y yo mas.