Concurso de Fanfics

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CONCURSO:
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  • Songfic
  • Real person
  • One shot
  • Fics completados
  • Fics sin completar
CLASIFICACIONES:
  • M - Mature (Adultos)
  • T - Teens (Adolecentes)
  • K - Kids (Todas las edades)
JURADO:
  • MIAW
  • MARIA
  • TAMARA
PREMIOS:
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jueves, 5 de mayo de 2011

¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡SEGURO QUE ES UNA PESADILLA! [DESPERTAR]

= LIBRO DOS =
JACOB


Salí de nuestra casa en rehabilitación silbando alegremente mientras lanzaba la llave del coche arriba y abajo, con un único pensamiento rondándome por la cabeza: hoy por fin era el último día de clase de Nessie.
Eso implicaba más horas para vernos, más horas para estar juntos, más horas para estar a solas…
Sí, la vida es bella.
Me subí al coche, arranqué, puse música en el estéreo e inicié la marcha.
Tenía pensado hacer un picnic nocturno en Rialto Beach, con una manta, una hoguera y todo eso, para celebrarlo, pero con este tiempo se me habían chafado todos los planes. Aún así, la débil llovizna me hizo poner los limpiaparabrisas, pero no salpicó a mi entusiasmo. También podíamos ir al cine a ver esa película de vampiros y hombres lobo de la que tanto me hablaba. ¿Qué tendría esa película, que volvía locas a todas las chicas? Y más a ella, que estaba acostumbrada a verlos en carne y hueso todos los días. Bah.
No tardé mucho en llegar al aparcamiento del instituto y estacioné donde siempre.
Me bajé del Golf y me acerqué a ese más que conocido para mí Volvo azul metalizado.
- ¿Qué tal, Seth?
- ¡Hey, Jake!
- Vaya ojeras que tienes, tío – me burlé.
Más que ojeras, parecían socavones.
- Es que ayer estuve en el Ocean esperando hasta que acabase Brenda – me explicó.
- ¿No lo iba a dejar? – pregunté, apoyándome en el capó, con los brazos cruzados, junto a él.
- Sí, pero la pagan bien – se encogió de hombros.
- Ah, ya.
La gente empezó a salir del edificio y Seth y yo desviamos toda nuestra atención a la puerta del mismo. Se notaba que era fin de curso, muchos ya estaban tirando los apuntes por el aire.
Fruncí el ceño, extrañado, cuando vi salir a las amigas de Nessie y ella no estaba, ni siquiera podía olerla. ¿Se habría puesto mala o algo? Pero, de ser así, me habría llamado…
Brenda no tardó mucho en despedirse de Jennifer, Alison y Helen y empezó a acercarse a nosotros. Mientras se aproximaba, se quedó mirándome con cara de sorpresa. Volví a fruncir el ceño igual que antes y me incorporé.
Algo iba mal…
Seth ya no se enteraba de nada, se abalanzó sobre ella para abrazarla y besarla.
- ¿Qué haces aquí? – quiso saber, extrañada, apartando la cara del cegato de su novio, que ya no veía otra cosa que su boca.
- ¿Que qué hago aquí? ¿Dónde está Nessie? – inquirí, nervioso.
- Se fue… contigo… – respondió, mirándome estupefacta -. ¿No?
- ¿Conmigo? – mi voz no daba crédito -. ¿Cómo… cómo que conmigo? ¡Yo estoy aquí, acabo de llegar! – contesté con inquietud.
- Pero… si estábamos en el pasillo… - empezó a explicar con  nerviosismo -, y tú… te acercaste a nosotras…, la cogiste de la mano… y os marchasteis deprisa…
¡No! ¡Mierda!
Eché a correr hacia el edificio como una exhalación, entre aquel tumulto de gente, y empujé la puerta para abrirla con un golpe seco.
Todavía quedaban algunos alumnos rezagados por los pasillos, pero no veía a Nessie por ninguna parte. Empecé una búsqueda neurótica y frenética por todas las aulas, una por una, asomándome puerta por puerta. Ni rastro de ella.
¡Nessie! ¡Nessie!
Me llevé las manos a la nuca con desesperación y, entonces, vi a un chico que llevaba su mochila en la mano. Era su mochila, sin duda, llevaba ese colgante que Bella le había regalado cuando era pequeña enganchado en la hebilla de la cremallera. Mi mandíbula se cerró audiblemente.
- ¡Tú, espera! – le llamé.
El chico se giró y llegué a él en un parpadeo.
- ¡¿De dónde has sacado esta mochila?! – exigí saber, acosándole contra la pared para que no tuviera oportunidad de escapar.
- Es mía… - respondió, temeroso, mirándome desde abajo.
El tipejo era bastante bajo, no me llegaba ni al pecho.
No estaba para contemplaciones, así que lo agarré por el cuello de su camisa con una sola mano y lo alcé como si fuera un espantapájaros de paja para ponerlo a mi altura, a lo mejor es que no me había visto bien la cara.
- ¡Más te vale que me digas la verdad, maldita sabandija, si no quieres que te aplaste como a una cucaracha! – gruñí.
Su mano soltó la mochila y ésta cayó en el suelo.
- La… la en-encontré… en… en el ba-baño… - tartamudeó.
- ¡¿Y dónde está el baño?!
- Por… e-este pasi-sillo… a la… iz-izquierda…
Mi mano lo soltó a él y éste cayó en el suelo.
Cogí la mochila y salí disparado.
Los pasillos ya estaban casi vacíos, tan sólo quedaba algún que otro estudiante empollón que estaba haciéndole la pelota a los profesores para tener asegurado su puesto en los Olimpos al año siguiente. Giré a la izquierda y enseguida vi el letrero que ponía aseos. Me abalancé hacia allí y me metí en el baño femenino sin vacilar.
En cuanto entré, ya percibí el olor de Nessie. Había una chica mirándose en el espejo; nada más verme, desalojó la estancia. También apestaba a vampiro, pero mi suspicaz sentido del olfato enseguida detectó que no era un chupasangres conocido.
No me hizo falta abrir las puertas de los inodoros, ya lo estaban y de un solo golpe de vista se veía que estaban vacíos. Además, el olor me llevaba a la ventana y ésta también estaba abierta. Me acerqué con ansiedad y me asomé para ver a dónde daba. Todo el bosque se veía desde allí, estaba a dos palmos.
¡No! ¡No! ¡No! ¡Nessie!
No pude evitar proferir un rugido que me salió de lo más profundo de mi caja torácica. Mi cuerpo se llenó de convulsiones y el fuego empezó a recorrerme por dentro, preparado para explosionar de un momento a otro.
Sin embargo, algo captó mi atención en el suelo y detuve el proceso momentáneamente.
Una jeringuilla.
¿Qué mierda era eso? ¿Es que la había dormido o algo? Sí, claro, eso tenía que ser. Nessie se sabía defender, no se la hubiera podido llevar así por las buenas por una ventana sin que ella no ofreciera resistencia. Pero, ¿cómo sabía que ella podía defenderse?
- ¡Jake! – gritó Seth, entrando en el aseo con Brenda, seguramente alarmado por mi rugido -. ¡¿Qué ha pasado?! ¡Has asustado a todo el mundo ahí fuera!
- ¡Se la han llevado! – le contesté, quitándome la camiseta.
- ¡¿Han secuestrado a Nessie?! – Brenda estaba horrorizada.
- ¡¿Quién?! – preguntó Seth.
- ¡No lo sé! – bramé, ya con frenetismo -. ¡Escucha, coge esa jeringuilla de ahí con papel higiénico, envuélvela y guárdala en la mochila de Nessie! – le lancé la susodicha y mi camiseta a los morros -. ¡Luego vete a casa de los Cullen para avisarles y dásela a Carlisle para que la analice! ¡Quédate por allí para estar en contacto!
- ¡Sí!
Me encaramé a la ventana y salté hacia el exterior. Me descalcé con los propios pies, sin desatar los cordones, y me quité el pantalón con rapidez; até este último a mi cinta de cuero en dos segundos, dejé las deportivas ahí tiradas y entré en fase en plena carrera. De cuatro zancadas, me planté en el bosque.
¡Embry, Quil, os necesito en el bosque que hay junto al instituto de Forks!, demandé mientras rastreaba el suelo con la nariz.
Mi olfato solamente detectaba el olor del vampiro, eso ratificaba mi teoría de que Nessie había sido dormida y llevada en volandas.
¡¿Qué ha pasado?!, interrogó Embry.
¡Se han llevado a Nessie!
¡¿Quién?!, preguntó Quil.
¿Por qué todos me hacían esa estúpida pregunta?
¡No lo sé! ¡Es un vampiro desconocido que no sé cómo narices se ha hecho pasar por mí, pero no tengo tiempo de explicároslo ahora, ya lo haré! ¡Oíd, necesito que vengáis unos cuantos! ¡Leah, tú quédate ahí con el resto!
¡Sí!, obedeció ésta.
Ya se escuchaba la algarabía de voces que se apuntaban.
¡Ya está!, anunció Embry, corriendo junto con Quil, Jared, Paul, Collin, Isaac y Shubael. ¡Estamos ahí en dos minutos!
¡Bien!
Continué con mi exacerbado rastreo y seguí el camino oloroso dejado por el vampiro desconocido. No sabía a dónde iba a ir a parar, no sabía qué me iba a encontrar, ni quién se la había llevado, ni si ella estaría bien…
Agité la cabeza para quitarme las malas ideas que ya empezaban a clavarse en mi cerebro como una flecha envenenada. Tenía que hacerlo o no sería capaz de concentrarme para buscarla, y eso era lo más importante. Tenía que encontrarla, tenía que llegar a su lado.
Y también tenía que acabar con ese chupasangres que había osado a separarla de mí.
La ira comenzó a correr por mis venas, hirviendo mi sangre hasta convertirla en puro fuego líquido. Mis muelas chirriaron. Sí, tenía que terminar con él, torturarlo poco a poco y despedazarlo hasta reducirlo a migajas, hasta que nadie fuera capaz de encontrarle ni un pedazo de diente.
Intenté olvidarme de esa idea momentáneamente, al menos mientras durara mi búsqueda, no quería que nada me entretuviese, quería concentrarme bien. Tenía que encontrarla.
¡Nessie! ¡Nessie!
Pero entonces, de repente, el rastro se perdió en los pies de un pino enorme. Esa alimaña había trepado por el árbol para huir por los aires como los monos, con mi ángel colgando a las espaldas.
La cólera me cegó.
Mi rastreo aumentó de ritmo y comencé a moverme de una forma obsesiva y neurótica entre los árboles, apoyando las patas para alzarme y olisquear las ramas superiores.
¡No encontraba nada! ¡Maldita sea!
¡Jake!, me llamó Quil.
Mis compañeros ya me habían encontrado.
¡Ha escapado por los árboles!, les avisé. ¡Tenemos que desplegarnos y rastrear cada rincón del bosque, en algún sitio ha tenido que bajarse! ¡Pillad bien ese asqueroso olor!
¡Ya lo tenemos!, respondió Paul por todos.
Los siete lobos y yo nos abrimos como un abanico y comenzamos a olisquear cada palmo de la espesura, centrándonos especialmente en los troncos y en las zonas que delimitaban los árboles. No fue difícil repartirnos las zonas, todo salió automáticamente, estábamos muy acostumbrados a trabajar juntos y cada uno de nosotros sabíamos la parte que habían rastreado los otros, podíamos verlo en nuestras mentes y si alguno se despistaba, era avisado por otro.
Jake, me llamó Seth.
Dime.
Ya he avisado a los Cullen y le he dado la jeringuilla a Carlisle, como me dijiste.
Dios, todos podíamos escuchar los gritos histéricos y desesperados de Bella.
¡Haz el favor de alejarte un poco de ahí, ¿quieres?!, le regañé.
Se me estaba atragantando un nudo en la garganta y la ira estaba apunto de volver a dominarme.
Perdón, no me di cuenta.
Mantenles  informados, le dije.
Sí, lo haré con los que están aquí, porque Edward, Emmett, Rosalie y Alice están de camino, van hacia allí. Jasper se ha quedado para calmar a Bella. Está muy nerviosa, tío. Quería ir también, pero Edward no la dejó, según él está un poco… ¿cómo dijo? Ah, sí, enajenada.
Ya podía imaginármelo, y más con los gritos que había escuchado antes.
Bien. Bueno, supongo que Edward podrá encontrarnos de sobra. Tú no cambies de fase y estate atento. Cuida también de Bella, ¿vale? Mantenla  informada, reiteré.
Vale.
Mejor. Los Cullen también podían moverse por los árboles y nos sería más fácil encontrar pistas.
Aunque no hizo falta.
¡Jake, aquí vuelve el rastro!
Seguí el olor de Shubael con más que diligencia. Enseguida vi el árbol que me mostraban sus ojos y me apresuré a donde se encontraba. En pocos segundos, me planté a su lado para olisquear la zona.
El resto de mis hermanos hicieron lo mismo que yo y comenzaron a seguirme por el camino que mi hocico iba descubriendo. Hasta que mis patas se pararon en seco y tuve que recular a toda velocidad, empujando a los otros hacia atrás.
¡Brooooom!
Un camión no me llevó la mollera por delante de milagro.
¡Mierda!, mascullé, moviéndome con nerviosismo.
La pista se pierde aquí, eso quiere decir que se la llevaron en coche, dedujo el listo de Collin.
¡Eso ya lo sé!, gruñí.
¿Y qué hacemos ahora?, preguntó Quil con preocupación.
¡No tengo ni idea! ¡No tengo ni idea!, clamé sin dejar de pasear ni mover el rabo con inquietud.
¡¿A dónde se la habían llevado?! ¡¿Qué iba a hacer?! ¡Mi Nessie! ¡Mi ángel! ¡¿Quién se la había llevado?! ¡¿Estaría bien?!
A medida que mi sesera se iba haciendo más y más preguntas, notaba cómo mi sangre se transformaba en fuego de nuevo.
¡Si a alguien se le ocurría tocarle un solo pelo…!
Un apestoso olor conocido que se acercaba a toda velocidad nos hizo ponernos en alerta al instante y mi cola se irguió automáticamente.
¡Atentos! ¡Ese asqueroso efluvio es el de Enguerrand!, advertí con un gruñido, encrespándome y agazapándome a la espera.
¿Tendría él algo que ver con esto?
Me quedé a la cabeza, Quil y Embry enseguida me flanquearon y el resto ocupó sus puestos por detrás, en formación.
Parece que viene solo, detectó Jared.
¡¿Es que quiere palmarla?!, rezongó Quil.
¡Si eso es lo que quiere, no le dejaremos con las ganas!, siguió Paul.
El pelirrojo no se hizo esperar demasiado. Apareció de entre la frondosidad como por arte de magia, aunque con ese pelo rojo chillón se le veía a kilómetros de distancia.
¡No le matéis, quiero ver qué quiere!, les ordené.
Tal vez él supiera algo del asunto de Nessie, si no, ¿por qué iba a venir solo? Seguramente, era un mensajero o algo.
Nos limitamos a esperarle, a la defensiva.
Nos observó durante un rato mientras se acercaba, ahora más despacio, puede que con precaución, la sorpresa de la última vez no parecía haberle gustado mucho y actuaba más precavido.
Emití un gruñido amenazador, mostrándole mi dentadura, cuando me pareció que ya estaba lo suficientemente cerca, y se paró.
- Saludos, Gran Lobo.
Su voz era tan extremadamente grave, profunda y vieja, que todos nos estremecimos, pude notar cómo el lomo de Paul se ponía de punta. Sin embargo, algo más captó mi atención. ¿Cómo sabía que yo era el Gran Lobo?
- Vengo a traerte un mensaje.
Ya lo sabíamos, imbécil, respondió Embry.
Venga, desembucha, acompañó Isaac.
Asentí levemente para que siguiera, sin cambiar de postura ni actitud.
- Tu compañera está bien, pero si quieres volver a verla, tú y los Cullen tendréis que estar en este sitio mañana a las doce del mediodía – anunció, estirando la mano para ofrecerme un mapa doblado -. Como verás, está bien señalizado.
¡¿Se cree que somos tontos o qué?!, gruñó Quil.
Le hice una señal con los ojos y la cabeza para que lo tirara en el suelo y así lo hizo.
Entonces, dio unos pasos hacia atrás con precaución, retirando su labio, se dio media vuelta y se piró a toda mecha, tanta, que solamente se veía una raya naranja alejándose.
Cambie de fase, me puse los pantalones con prisa y agarré el mapa para verlo. Mis compañeros hicieron lo mismo después que yo.

- Conozco este sitio, queda cerca del Lago Pleasant1 – señalé.
- Pues vaya un sitio que han escogido para este asunto tan agradable – protestó Shubael.
Guardé el mapa en mi bolsillo y mi mano empezó a rascarme la nuca con nerviosismo.
¿Ya estaba? ¿Esto era lo único que podía hacer? ¿Esperar hasta mañana para recuperarla, para verla, para estrecharla entre mis brazos?
- Tranquilo, tío – me dijo Embry, dándome una palmada en la espalda para calmarme -. Todo saldrá bien, ya lo verás.
- No…, no puedo esperar hasta mañana – gruñí, yendo de aquí para allá con ansiedad -. Esto es cosa de los Vulturis, esa sanguijuela trabaja para ellos. Ni siquiera nos ha dicho qué es lo que quieren, ni qué buscan, ni si van a venir ellos… ¡ni nada! ¡Y ella va a estar rodeada de esos vampiros que olerán su sangre! ¡Va a estar con ellos toda la noche, ¿y yo tengo que esperar?! – grité, desahogando mi enorme rabia pegándole un puñetazo a una rama que salió volando en cuatrocientos mil pedazos.
- ¡Tranquilízate, Jacob! – voceó Edward a mis espaldas -. ¡No conseguiremos nada dejándonos llevar por el pánico!
Lo que yo sentía precisamente no era pánico…, era odio. Un odio agudo y profundo. Un odio que empezaba a clavárseme en el estómago como si fuera una estaca de hierro candente y que se retorcía por dentro con saña.
Sin embargo, tampoco tenía tiempo para sentir ese odio, ni éste era suficiente para paliar el revoltijo de sentimientos que me aguijoneaban el cerebro. Porque sobretodo estaba Nessie, mi Nessie, y no podía evitar sentirme impotente, desesperado y frustrado por no poder hacer nada.
- Tenemos que esperar hasta mañana – me dijo Edward con un rostro que rallaba la agonía, aunque intentaba disimularlo poniendo una nota de entereza en la voz -. No tenemos otra opción. No tenemos más pistas, ni siquiera sabemos su paradero para poder actuar.
- Por lo menos, sabemos que la tienen los Vulturis – añadió Emmett.

1 Pleasant: Agradable, en inglés.
- Eso es lo que me da un poco de sosiego – declaró Edward -. Ellos no la tratarán mal, son muy corteses.
- ¡¿Corteses?! – protesté con incredulidad, sin dejar de  moverme -. ¡Por Dios Santo, Edward, la han secuestrado!
- ¡Ya lo sé! – bramó, sacando fuera toda la desesperación que él también sentía -. ¡Pero ellos la tratarán bien, como a una invitada!
Apreté los dientes con fuerza, cerré los ojos e intenté aferrarme yo también a esa estúpida idea.
- ¿Queréis dejar de gritar, por favor? – se quejó Alice, llevándose las manos a las sienes -. Me duele mucho la cabeza.
- Es mejor que vayamos a casa – intervino Rosalie, que estaba un poco más atrás, con los brazos cruzados -. Aquí ya no hacemos nada, y Alice estará mejor allí. Va a tener muchos dolores de cabeza mientras el chucho y Nessie estén separados.
Mi gruñido fue secundado por el resto de mis hermanos.
- ¡Hoy no estoy para bromas, rubia!
No dijo nada, se limitó a alzar la cabeza hacia un lado con petulancia.
- Pero tiene razón – suspiró Edward con una resignación nerviosa -. Vayamos a casa, no tenemos más remedio que esperar.
Pues yo no pensaba quedarme con los brazos cruzados.
- Id vosotros, Bella te necesita a su lado. Yo me voy a la Push – le anuncié -. Quiero organizar bien a mi manada.
- Bien, como quieras – aceptó.
Hundí la mano en mi bolsillo y saqué el plano.
- Toma. Este es el mapa con el sitio al que hay que ir – le dije, entregándoselo -. Nosotros iremos a inspeccionar la zona para estudiar las posibles emboscadas, por si tenemos que atacar. Me pasaré por vuestra casa cuando terminemos, ya te contaré. Me fijaré bien en todos los detalles de los alrededores para que los veas.
- De acuerdo – volvió a asentir -. Carlisle ya ha empezado a llamar a nuestros aliados, así que no estaremos solos. Nosotros también idearemos algo.
- Bien.
Les hice un gesto con la cabeza a los chicos y nos perdimos a toda velocidad por el bosque.

Esta historia cuenta con los derechos correspondientes. Team Nessie & Jacob tienen la autorización de la autora para publicar la novela.¡NO COPIES EL CONTENIDO! 

9 comentarios:

  1. WOOOOO a sido increible estos capi ya quiero los otros a esperar al domingo que suben los 5 siguientes que bien....

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  2. Muchas gracias enserio por subir los capis! están genial! besoos =)

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  3. REALMENTE SATISFECHAS..... CLARO.... SOLO POR AHORA..... ESPERAMOS CON ANCIAS LOS PROXIMOS CAPIS DEL LIBRO DE JACOB..... NO DEMOREN ..... PLEASE......

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  4. Espectacular!! Sin palabras =)

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  5. si muy lido genial.....suban mas capitulos(andres)

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  6. noooooo!! pobreee jacob y nessiiee!! (PATii)

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  7. Está genial por fa sigue publicando los capis que faltal

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  8. Wooow que fuerte el capi la intriga me esta matando pobre Nessi espero que este bien, como siempre el capi genial amo esta historia, besoos

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  9. QQQQQ HERMOSOSOSOOSOSOSO :D

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